Serafim, el nombre de origen hebreo que significa "el que arde" o "el que brilla", pertenece al signo Leo, regido por el sol. Los serafines son conocidos por su personalidad magnética, carismática y llena de vitalidad. Son seres llenos de pasión, creatividad y determinación, que saben cómo brillar en cualquier situación. Suelen ser líderes naturales, con una gran capacidad de inspirar a los demás y de destacar en cualquier ámbito en el que se desempeñen. Sin embargo, también pueden ser un tanto arrogantes y orgullosos, y deben tener cuidado de no caer en la sobreestimación de sí mismos. En el amor, los serafines suelen ser románticos y apasionados, pero a veces pueden ser demasiado exigentes o dominantes. En cuanto a la salud, es importante que cuiden su corazón y su sistema circulatorio, ya que son áreas sensibles para ellos. En resumen, Serafim es un ser lleno de luz y potencial, que puede brillar con intensidad si aprende a equilibrar su pasión y su orgullo con la humildad y la compasión hacia los demás.